viernes, 9 de noviembre de 2012

No digas nunca. Nunca digas no.

Una simple conexión entre neuronas, un acto reflejo, algo inconsciente, ¿qué más da?
Un escalofrío.

Miras el reloj. Aún faltan 15 minutos. Cuerpo mío, relájate, por favor. 
Me ignora.

¿Qué más puedes desear, que el escalofrío del nerviosismo?
¿Qué otra cosa, a parte del escalofrío de la alegría?
Alegría nerviosa.

Nada. No puedo desear nada más. ¿Qué más quieres, si todo va bien?
Ábrete al mundo. Cómetelo. Disfrutalo, está ahí para ti. 
Sé tú mismo y el mundo se moldeara a tu forma, color y sonido.
Sé tú mismo y déjate sorprender. 
Di que sí a todo, vive. Vive. Déjate llevar, déjate soñar.

-------------------------------------------------------------------------

¿Qué más puedo querer? No sueño con ir al espacio, no sueño con cosas que no puedo alcanzar por ahora. Sueño con el presente, presente perfecto
Estoy bien. Tengo problemas, pero no me preocupan. 
No tienen solución así que no merece la pena dedicarles tiempo.
He encontrado la música perfecta, que me hace sentirme viva.

Las cosas saldrán bien si confías en ello. SIEMPRE.



No hay comentarios:

Publicar un comentario