lunes, 5 de noviembre de 2012

Mi idiota.


Abres los ojos. Y ahí está él. A tu lado.
Él duerme.
Le miras. Sonríes.
Y vuelves a dormir.
Repites esto varias veces a lo largo de la noche.
Te gusta.

Un beso. Y otro. Y te despiertas.
Despertarse entre besos, el mejor despertar de todos.
Más aún si él sonríe.
Y volvéis a dormir.

Sus manos son dulces al tacto.
Y no sabes por qué, pero no te puedes despegar de sus labios.
Sus ojos, su sonrisa, sus abrazos.
Su ironía, que en el fondo te encanta.

¿Cómo?
Almohada perfecta, manta de terciopelo y él.

2 comentarios: