Está feo generalizar.

Dejas la puerta de tu casa abierta. La gente sale, entra. Todos felices.
Pero.. ¿quién se quedará de verdad?
¿Quién se quedará cuando no puedas pagar la luz o el gas?
Seguro que un manco los puede contar.

Si optase por aislarme de todo, si hibernara durante una semana.
¿Me echaría alguien de menos?
No es momento de chistes.

¿Me quieren a mí o quieren algo de mí?
La decepción me responderá tarde o temprano.
Mejor temprano, pero mejor tarde que nunca.
Nunca será tarde.

Poca gente permanece.
Pero está feo generalizar.

Los culpables de que te pienses dos veces como escribir ‘Libertad’.
Los culpables de canciones de guitarra en el parque.
Los que te atragantan con caramelos de menta.
La que tiene el récord de aguantarte al teléfono.
Y el teléfono tiene que empezar a contar de cero a la hora y media.
La que se inventa acordes de guitarra.
Los que saben escucharte.
Los que te hacen cantar ante 75 personas.
Los que son patatas voladoras.

Ellos se salen de la norma.
Ellos son otra cosa.
Son ellos.