Acabo de abrir mi correo de gmail. Vi que tenía un mensaje de un tal "Juan Antonio"... así se llama mi padre. Por un segundo me ilusioné, pero los apellidos no eran los suyos. Era un mensaje de mi antiguo profesor de Educación Física, que también se llama así. Y encima era un correo spam. Tendrá un virus.
Una caca a gran nivel.
¡Pero bueno! Siempre hay que ver lo bonito de las cosas. Mañana voy a ir a comprarme un vestido. Pasado mañana me sacan las muelas del jui... mejor olvido esta parte. Me da miedo.
He meditado mucho delante del calendario y he llegado a una bonita conclusión. Un lunes sí, un lunes no, ocurre algo interesante. Este lunes pasado, no ocurrió nada. El próximo lunes vienen de intercambio unos alemanes y me voy a empetar ahí por la cara a tope. El siguiente lunes, no ocurre nada. Y el siguiente es mi santo, lo cual significa: tinte rosa. El siguiente no ocurre nada, y el siguiente es semana santa y estoy en Sevilla cuidando de mi primo chiquitín.
Además, siento que el universo conspira para darme mis caprichos.. esos caprichos a largo plazo que tanto necesitaba. Todo saldrá bien, y estoy feliz y nerviosa e histérica. Y doy gritos y saltos. Marisa sabe.
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