Durante muchos años:
He temido a ciertas personas por su actitud de superioridad.
He temido a aquellos que bajaban mi pequeña autoestima.
He callado para no hacer daño.
He callado por temor a que lo que iba a decir estuviera mal.
He huido de aquello a lo que debía enfrentarme.
He huido de todo.
Pero lo importante es que eso es pasado y ahora, el presente, es diferente.
No temo a las personas egocéntricas, porque su ego pesa tanto que algún día las hará caer.
No temo a aquellos que intentan hacerme sentir mal, al contrario, lo lamento por ellos. Están tan pendientes de hundir la vida de los demás que no viven bien la suya propia. Y probablemente ese odio hacia la gente es producto de la envidia. O eso es lo que se dice.
No callo nada. Prefiero plantar cara a la gente que intenta hundirme para que vean que sé flotar. Prefiero dar mi opinión a callarla y que no sepan lo que pienso. Porque lo que pienso vale igual que lo que piensas tú.
No voy a huir más...No debemos huir más... Porque si huimos, la vida, ¿qué sentido tiene?
Me he sentido muy identificada con este texto, yo también soy de esas personas que no bailan por miedo al ridículo, que no alzan la voz por miedo a equivocarse, o al qué dirán... pero tienes razón, ya está bien de huir y de dejar que nos hundan los demás.
ResponderEliminarMe alegra que tú lo hayas conseguido, espero que algún día mi futuro sea como tu presente :P
Besos!
También lo espero :D
ResponderEliminar¡Un beso!