Vengo a hablaros de las luces de Navidad. Algo necesario según algunos, algo innecesario para otros. Sobre esto discutí con mi amiga el otro día.
Mi amiga Laura opina que las luces de Navidad son necesarias. ¿Por qué? Porque traen ambiente navideño, animan las calles, queda bonito... (esto fue antes de que las pusieran).
Yo opino que es completamente innecesario. En un artículo de "El País" cuentan que gastarán 2'4 millones de euros en las luces de este año de Madrid. La gente se queja porque no hay dinero para nada, se queja por los recortes, se queja por todo... ¿y aún quieren luces? El otro día le dije a mi madre "Claro que sí, mamá, las luces son indispensables. Dentro de unos años podremos verlas desde aquí mientras dormimos sobre nuestra caja de cartón"... Es que me parece muuuuuy tonto.
En otro artículo dicen que se dejarán de emitir más de 35 toneladas de CO2 y que el gasto de fabricación, montaje, mantenimiento y desmontaje es un 15% menor que el año pasado. Pero ¿y qué? ¡Podría ser mucho menos!
Ayer, de camino a la biblioteca (porque vaya semanita de exámenes que me queda, eh?) vi como montaban las luces de Navidad de mi pueblo (las luces además ahí tiradas en medio de la calle -foto a la izquierda-) Todo el mundo en plan "¡Bien! ¡Al final ponen luces!". Pero es que el problema es este: Si no ponen luces, hay que ver que pena porque no hay ambiente navideño; pero si ponen luces todo el mundo dice "joder, vaya mierda de luces". ¿En qué quedamos entonces?
Evidentemente en mi pueblo el gasto es muchísimo menor, pero igualmente se gasta.
En fin... habrá que ver las luces encendidas (y si la mitad de las bombillas están fundidas o no) para terminar de pensar si esto merece la pena. Yo sigo creyendo que no.
¡Saludos desde mi sillón!
Fotos hechas por mí.
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